La velada del Jueves Santo en Torrevieja se sumió en una atmósfera de solemnidad y recogimiento, evocando la pasión y muerte de Jesucristo ante la mirada atenta de miles de fieles. La comunidad local y visitantes se unieron en un silencio respetuoso, marcando uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa en la ciudad.
Fotos: Joaquín Carrión 28.3.2024 Templo Arciprestal de la Inmaculada – Torrevieja
El inicio de la noche se caracterizó por una serie de homenajes poéticos y musicales en el Templo de la Inmaculada, destacando las obras “Vocatis Nazarenis” y “Et Murtus Est”, compuestas por Gema Ruiz y Expédito Vázquez. Estas piezas, de inspiración medieval, fueron interpretadas magistralmente por el Coro “Maestro Casanovas” y acompañadas por instrumentos que añadieron profundidad al luto de la noche.
El corazón de Torrevieja palpó con la salida de la procesión de la Santísima y Vera Cruz de la Convocatoria, seguida por la imponente imagen de Cristo Crucificado, obra de Manuel Hurtado Garre, y la venerada María Santísima del Silencio. Este año, la procesión se enriqueció con la reliquia del obispo San Manuel González García, añadiendo un significado especial al evento.
El recorrido fue un viaje sensorial único, culminando en la Plaza del Calvario con una representación simbólica de la muerte de Cristo, seguida de la actuación de la Coral “Manuel Barberá”, que interpretó melodías tradicionales cargadas de dolor pero también de esperanza.
Un tributo emocionante tuvo lugar en el emblemático callejón del Turco, donde se homenajeó a Mariano Montesinos, destacado miembro de la cofradía, con una rosa y saetas profundas interpretadas por Iván Chaskío, reafirmando la rica herencia cultural de Torrevieja.
La noche avanzó hacia el Viernes Santo, concluyendo las procesiones en un silencio que reflejó la solemnidad y la profundidad espiritual de la Semana Santa torrevejense. Autoridades eclesiásticas y municipales, junto a la comunidad, compartieron este momento de introspección, evidenciando la unión y la fe que caracterizan a Torrevieja.
Este Jueves Santo, Torrevieja vivió una experiencia de comunidad y espiritualidad intensa, mostrando una vez más su compromiso con las tradiciones y la cultura local, en una noche que quedará grabada en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de vivirla.