La tarde de ayer en la Escuela Municipal de Pintura de Torrevieja se transformó en un vibrante cruce de caminos artísticos, donde la pintura, la poesía, la danza y la música convergieron en una experiencia sin precedentes. El evento “PintuPoesía” sumergió a los asistentes en un mundo donde los haikus impresionistas sobre fluidos cobraron vida, danzados al son del xilófono y plasmados en lienzo por las manos del público, bajo el embrujo de retro-proyecciones que simulaban aguas teñidas por la paleta de colores de músicas exóticas del oriente.
Fotos: Joaquín Carrión 19.2.2024 Centro Cultural Virgen del Carmen de Torrevieja
La performance estuvo magistralmente liderada por el narrador Diomar y la bailarina ecléctica Sandra Satín Sandy, quien traducía las palabras en movimiento. Esta fusión artística se complementó con la interpretación musical de un xilofonista y los versos del poeta de haikus José Antonio de Rojales, creando un ambiente donde la creatividad fluyó libremente.
Unas 70 personas, aficionadas al arte, se congregaron para ser parte de este innovador evento, que no solo buscaba explorar las interconexiones entre distintas expresiones artísticas sino también estimular la imaginación y la inspiración de los participantes para enriquecer sus propias obras. La jornada culminó con una ‘Jam session poético-literaria’ que invitó al público a compartir sus creaciones en un micrófono abierto, fomentando así la participación y el intercambio creativo.
“Fluyendo en Haikus” se presentó como una profunda exploración de este formato poético de métrica concisa, centrándose en el tema del agua en todas sus manifestaciones. Este enfoque no solo permitió una rica variedad de interpretaciones y creaciones sino que también propició un espacio para la creación espontánea, inspirada en la interacción entre la danza, la literatura y la música.
Este evento, uno de los tantos organizados por la profesora Olga Parra como complemento a las clases regulares de pintura de la Escuela Municipal, como Dibunómadas y Cinefórum, se consolida como un hito cultural en Torrevieja, demostrando que el arte es un fluido vital que conecta, inspira y transforma.