Resulta muy curioso el ataque continuo por parte del Partido Popular alicantino al presidente de la Generalitat. Y digo curioso porque los hechos son tozudos y hablan muy claro sobre la actuación del gobierno del Botànic en la Vega Baja en general y en Torrevieja en particular.
No voy a entrar en la inteligente defensa del trasvase por parte de Ximo, dejando las argumentaciones del Partido Popular, con Carlos Mazón a la cabeza, en este tema a la desesperada, en un mero ejercicio de malabarismo dialéctico, sin ideas y sin proyecto. Tampoco comentaré las ayudas a través del Plan Renhace o la demanda de un nuevo sistema de financiación que han reforzado el rol de liderazgo del presidente. Sin olvidar que el 40% de las inversiones autonómicas en la provincia se concentran en nuestra comarca. En contraposición a la inacción de la Diputación Provincial gobernada por el PP con respecto a la Vega baja.
Está claro que en la batalla por la Generalitat será vital lo que suceda en la comarca de la Vega Baja la noche electoral. Y el Partido Popular, que no da puntada sin hilo, lo tiene bastante claro. Y es aquí donde está echando toda la carne en el asador y ha vuelto a intentar agitar el avispero con el trasvase y la lengua. Dos temas con los que se sienten seguros y destacan, no por aportar soluciones si no por generar confrontaciones, con el único objetivo de agitar la calle. Más empeñado en hacer imposible un espacio donde dialogar desde el sentido común que en aportar al consenso.
Y hablando desde Torrevieja hay que decir alto y claro que Torrevieja gana con Ximo Puig y su gobierno del Botànic. Y no lo digo por afinidad ideológica, lo digo porque los hechos así lo ponen de manifiesto.
Podemos destacar entre otros muchos el proyecto de remodelación de las Eras de la Sal financiado por la Generalitat al cincuenta por ciento, la puesta en marcha de la construcción del Colegio Amanecer, que deja atrás los barracones escolares a los que condenó a la comunidad educativa los gobiernos de Zaplana, Camps…, la puesta en marcha del acondicionamiento del muelle de la Sal, (fruto por cierto de un gobierno central socialista y al calor de la estratégica desaladora), la reciente financiación autonómica del problemas de pluviales con una dotación para Torrevieja de 580.000 euros. Proyectos que dan consistencia y vertebran a la ciudad cara al futuro.
Pero hay un proyecto que tiene, de concretarse, la ambición de situar a Torrevieja a la cabeza de los destinos turísticos de la costa mediterránea. Se trata de la remodelación del Puerto. Se ha dado el primer paso de la definitiva integración del puerto en la ciudad. Los agentes empresariales implicados con una inversión prevista de más de treinta millones de euros son de una solvencia contrastada, aunque el tema de la Lonja y la flota pesquera es un asunto que deberá ser atendido convenientemente y llegar a los acuerdos más beneficiosos para todas las partes. Torrevieja es una ciudad marinera y sabrá dar el lugar que las gentes del mar necesitan y merecen. La administración autonómica ha admitido a trámite la petición del empresario. Y, solo con esto, ya se ha hecho más que en todos los años de gobiernos populares en Valencia donde mucho se habló y nada se hizo.
Todas las actuaciones comentadas de la Generalitat se han dado con el gobierno de coalición del PSPV, con Ximo Puig de presidente. Por eso afirmo que, con Ximo Puig, la comarca de la Vega Baja, avanza. Y Torrevieja, gana.