Las nuevas modificaciones de la Seguridad Social, lejos de fomentar el empleo y la formación, se han convertido en una barrera más para los pequeños empresarios, quienes ven cómo la burocracia y los costos adicionales dificultan su capacidad para crecer y competir. Esta normativa, publicada en el BOE de hoy, vuelve a poner en evidencia cómo el sistema parece estar diseñado para favorecer a las grandes empresas, mientras los pequeños negocios continúan siendo los más afectados por las decisiones del Estado.
Las recientes modificaciones en la normativa de la Seguridad Social publicadas en el BOE del 17 de septiembre de 2024 plantean nuevas dificultades para los pequeños empresarios. Las nuevas disposiciones relacionadas con los convenios especiales para prácticas formativas y académicas suponen una carga adicional que dificulta la contratación de estudiantes y profesionales en formación, generando más burocracia y costos para los negocios más pequeños, que ya están luchando por sobrevivir en un entorno económico complejo.
Corrección de la Orden ISM/812/2024: Más Cargas para los Pequeños Negocios
Uno de los cambios más relevantes es la corrección de la Orden ISM/812/2024, que afecta al cálculo de las cotizaciones para los periodos de prácticas formativas y académicas. Este ajuste puede parecer menor a primera vista, pero tiene importantes implicaciones para las pequeñas empresas que desean colaborar con universidades y centros de formación mediante la contratación de estudiantes en prácticas.
La nueva normativa exige que los empresarios suscriban convenios especiales con la Seguridad Social para cubrir las cotizaciones de estos estudiantes, lo que implica más trámites burocráticos y un aumento de los costos operativos. A diferencia de las grandes empresas, que cuentan con departamentos de recursos humanos y jurídicos especializados en manejar este tipo de gestiones, los pequeños empresarios deberán dedicar tiempo y recursos adicionales para cumplir con estas exigencias.
Impacto Económico Directo en los Pequeños Empresarios
Estos cambios no solo aumentan la burocracia, sino que también incrementan los gastos fijos para las pequeñas empresas, que deberán asumir las cotizaciones de los estudiantes, incluso en situaciones donde estos no generen ingresos directos para el negocio. En muchos casos, estos convenios especiales pueden ser un obstáculo tan grande que los pequeños empresarios opten por no contratar a estudiantes en prácticas, lo que afecta tanto a la formación de nuevos profesionales como a la capacidad de crecimiento de las pequeñas empresas.
El efecto combinado de estas normativas es claro: los pequeños negocios, que ya enfrentan altos costos operativos, impuestos y cargas administrativas, tendrán aún más dificultades para ofrecer oportunidades de formación, limitando su capacidad de atraer nuevo talento.
Grandes Empresas, los Grandes Beneficiados
Mientras las pequeñas empresas enfrentan esta carga adicional, las grandes corporaciones son las grandes beneficiadas. Cuentan con los recursos necesarios para gestionar estos convenios de manera eficiente, y para ellas, la nueva normativa no supone un cambio significativo en sus operaciones. De hecho, muchas grandes empresas pueden incluso utilizar estos convenios para obtener deducciones fiscales, mientras que los pequeños empresarios ven cómo sus márgenes se reducen cada vez más.
Menor Competitividad para los Pequeños Negocios
La competencia entre grandes empresas y pequeños negocios se vuelve cada vez más desigual. Mientras que las grandes corporaciones pueden aprovechar los beneficios de los convenios de prácticas sin que les suponga una gran carga, los pequeños empresarios se ven obligados a hacer malabares con presupuestos ajustados y normativas cada vez más restrictivas. Esto, en última instancia, reduce la competitividad de los pequeños negocios, que pierden la oportunidad de formar talento joven y de innovar a un ritmo similar al de sus competidores más grandes.