Nuevo lleno en el Teatro Municipal, para ver sobre sus tablas a una de las más grandes actrices del panorama nacional. En esta ocasión no visitó de la mano de una dura obra Lola “Adictos”. Viendo esta obra nos surgieron varios interrogantes como ¿Hasta qué punto nos somete la tecnología?, ¿Somos libres?, ¿Qué tipo de sociedad hemos construido entre todos?, ¿Cómo se nos plantea el futuro? O ¿Nos merecemos el calificativo de “seres humanos”?.
“Adictos” trató de dar respuesta a estos interrogantes que abordan problemáticas que nos afectan a todos. Cuestiones que no acostumbramos a ver subidas en un escenario que anoche se confrontaron con el público contemporáneo.
Las personas solemos asumir ciertos paradigmas y cuestiones como válidos y ciertos sin siquiera plantearnos las mentiras y distorsiones que pueden esconder detrás. En un mundo en el que la desinformación se expande, el personaje de Estela y su transformación constituirá una metáfora de la disposición del ser humano para cambiar de actitud. Un texto que reivindica y reflexiona sobre la capacidad de reacción de las personas y que enseña que un punto de rebeldía es necesario cuando queremos cambiar algo.